¿Qué es la perspectiva?

En un sentido general, la perspectiva es la representación de la profundidad sobre una superficie de dos dimensiones. Es la forma que han desarrollado los artistas para conseguir una imagen en dos dimensiones del mundo tridimensional que habitamos. Esto puede conseguirse utilizando diversas técnicas, una de ellas es la perspectiva lineal.

La perspectiva lineal
Es un tipo de perspectiva basada en esquemas. Aunque pueda parecerlo, la perspectiva lineal no se corresponde con la forma natural de ver las cosas, es una abstracción, una elaboración cultural que ha pasado a lo largo de la historia por diversas etapas de desarrollo antes de adoptar la forma actual.
En el arte, cada época artística ha desarrollado medios distintos de representación, ajenos e incluso contrarios a la perspectiva lineal, pero no por ello menos válidos, ya que responden a las necesidades de la época, y todas las formas de representación son válidas.

Desde un punto de vista técnico, es el método más eficaz de representación gráfica de cuerpos en el espacio. Las leyes de perspectiva buscan la veracidad en la relación entre el dibujo y el modelo. Para ello se utilizan sistemas que crean la ilusión de profundidad en el papel, de modo que el espectador puede deducir las distancias reales entre los objetos.

En la representación artística de la perspectiva los artistas se conceden un amplio margen de libertad sin que ello perjudique a la obra. Para comprender cuáles son los fines y la justificación de la perspectiva aplicada al dibujo y a la pintura, hay que distinguir entre su uso técnico y su uso artístico.


La perspectiva técnica debe ser reversible: las leyes que permiten dibujar una caja, una calle ó una catedral a partir de unos datos básicos (altura, longitud y anchura del objeto) tienen que permitir a cualquier espectador que estudie dibujo en perspectiva reconocer los datos originales que han hecho posible su representación. El ejemplo más evidente de perspectiva técnica es el dibujo arquitectónico. La función primordial de una perspectiva arquitectónica no es otra que construir un modelo a escala de la realidad, de manera que el constructor pueda deducir las medidas reales a partir de las medidas del dibujo.


La perspectiva artística no se basa en números y medidas precisas. Las leyes de la perspectiva en la pintura o el dibujo artístico tienen como finalidad que los objetos representados de la escena estén en una relación espacial coherente; que los más alejados en la realidad parezcan los más alejados en la pintura, y los más cercanos parezcan estar más cercanos.
El objetivo por tanto es que la escena se asemeje a la realidad.
La perspectiva artística no tiene porque ser reversible, porque no es un modelo a escala de la realidad con vistas a un fin práctico, simplemente
a de ayudar al artista a representar la realidad de un forma aproximada
y convincente. Hay que conocer las leyes que rigen a ambas, asimilando unas nociones básicas y unas reglas de aplicación práctica.


Por muy exacto que pueda ser el cálculo de la perspectiva de una obra pictórica, el artista no puede conformarse con la apariencia abstracta y esquemática de la perspectiva técnica. La perspectiva debe ser el esqueleto de otros valores artísticos, (forma, color, sombreado, etc), que se le superponen.